miércoles, 2 de junio de 2010

PINTURA BARROCA VIII (EL DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ)

EL DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ)




El descendimiento de Cristo es un óleo sobre tabla pintado en 1612. La pintura forma parte de un tríptico que el gremio de arcabuceros de Amberes encargó a Rubens. Esta es la tabla central.

El cuadro está organizado en torno a la figura en diagonal de Cristo y la tela de lino blanco sobre la que se desliza su cuerpo.
Cristo está ya muerto; la calma y la serenidad impregnan el cuadro. El recibir una madre el cuerpo muerto de su hijo es un momento de fuerte carga emotiva, y el pintor logra dar el efecto de esta tragedia.

El cuadro tiene poca profundidad espacial; las figuras ocupan todo el espacio pictórico y están realizadas como en un relieve clásico. La Virgen no aparece desvanecida por el dolor como se ve en otras representaciones; es más, participa en el descendimiento de forma activa junto con los demás. María Magdalena, con un precioso vestido, sujeta un pie de Cristo; otra mujer está detrás de ella. Juan, con una llamativa capa roja, sostiene, junto con Nicodemo, el cuerpo de Cristo. A su izquierda, José de Arimatea sostiene la tela sobre la que se desliza el cuerpo. En lo alto de la cruz dos ayudantes han descolgado a Cristo. Todo esto contribuye a dar unidad a la escena. Para acentuar el dramatismo del momento coloca amplias y volumétricas figuras.

PINTURA BARROCA VII (LA FRAGUA DE VULCANO)

LA FRAGUA DE VULCANO.


La fragua de Vulcano es una obra de Velázquez.



Actualmente se encuentra en el
Museo del Prado desde 1819.
El cuadro describe el momento en que el dios
Apolo, coronado de laurel visita el lugar donde Vulcano se encuentra fabricando armas para la guerra.


El dios Apolo comunica a Vulcano el engaño de su esposa Venus con Marte, dios de la guerra, por esa razón todos los personajes miran con cara sorprendida al dios que acaba de presentarse en el estudio, incluso alguno de ellos abre la boca y los ojos para indicar gesto de sorpresa.



Velázquez se inspiró para realizar esta obra en un grabado de Antonio Clempesta, modificándolo ampliamente y centró la acción narrativa en el traje de Apolo, mediante un
estilo clasicista barroco.

PINTURA BARROCA VI (LA INCREDULIDAD DE SANTO TOMÁS)





LA INCREDULIDAD DE SANTO TOMÁS.



El lienzo con la Incredulidad de Santo Tomás fue pintado por Caravaggio, para la familia Giuliani, que lo mantuvo en su colección.

La obra nos muestra el momento en que Cristo Resucitado se ha aparecido a sus discípulos, pero Tomás aún no cree en su identidad, por lo que Cristo mete uno de sus dedos en la llaga del costado. Este hecho, que podría parecer exagerado, es la mayor prueba física del reconocimiento de Cristo, la definitiva demostración de su regreso desde el reino de los muertos.

Caravaggio ha ejecutado una composición donde se ve completamente como el dedo está metido en la llaga, de tal modo que la atención de los personajes del lienzo y la de los espectadores se ve atraída por esta "prueba" física. El habitual naturalismo descarnado de Caravaggio se vuelve aquí casi de sentido científico: la luz fría cae en fogonazos irregulares sobre las figuras, iluminando el cuerpo de Cristo con un tono amarillento, que le hace aparecer como un cadáver, envuelto aún en el sudario.
El pecho todavía está hundido y pareciera que la muerte se resiste a dejarlo marchar al mundo de los vivos.

PINTURA BARROCA V (LA VOCACIÓN DE SAN MATEO)

LA VOCACIÓN DE SAN MATEO.



La vocación de san Mateo es un cuadro de Caravaggio. Está realizado al óleo sobre lienzo. Pertenece al ciclo de la Vida de San Mateo que le fue encargada en 1599 para decorar la capilla Contarelli en la iglesia romana de San Luis de los Franceses, donde aún se conserva.
Una década antes, el cardenal Matteo Contarelli había dejado fondos para la decoración de una capilla. La decoración de la cúpula se empezó con frescos del artista
Cavalier D'Arpino, anterior maestro de Caravaggio, pero estando ocupado este pintor con el mecenazgo papal y real, el cardenal Francesco Del Monte, patrón de Caravaggio intervino para que Caravaggio consiguiera su primer gran encargo eclesiástico y sus primeras pinturas.



Este lienzo de Caravaggio representa un cambio decisivo del estilo idealizante d'Arpino y el arte nuevo, más naturalista representado por Caravaggio. Fue una de las primeras pinturas religiosas, expuestas al público, en la que se daba una representación realista.
Esta composición se sitúa en un recinto muy poco definido. Los personajes se encuentran vestidos a la moda de la época y sentados a la mesa contando monedas. Jesús señala a Mateo, el cual se pregunta si es a él a quien llama.



La acción sucede en un ambiente histórico, pudiendo ser una taberna romana y encontrándose los personajes con sombreros de plumas al modo de los militares de la época. Esta pintura desarrolla la historia sagrada en su propia época, situando a Grecia aquí y ahora. Esto responde a los principios del Concilio de Trento, que recomendaba un arte realista, decoroso y conmovedor, moviendo a la religión mediante el ejemplo.

lunes, 31 de mayo de 2010

PINTURA BARROCA II (LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO)

LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO.
Caravaggio emplea un lenguaje vulgar en este óleo.


LEYENDA: El joven aún llamado Saulo era un soldado arrogante perseguidor de los cristianos. Un mediodía, de camino a otra ciudad, fue derribado del caballo por una poderosa luz, al tiempo que la voz de Dios le preguntaba "Saulo, ¿por qué me persigues?". Saulo quedó ciego varios días y milagrosamente recuperó la vista con los cuidados de la comunidad cristiana. Se convirtió y adoptó el nombre de Pablo. Caravaggio nos cuenta esta historia de una manera completamente diferente, bajo la apariencia de lo trivial: en primer lugar, la escena parece tener lugar en un establo, dadas las dimensiones del marco. El caballo es un percherón robusto y zafio, inadecuado para el joven soldado que se supone era Saulo. Y el ambiente es nocturno y no el del mediodía descrito en los escritos de San Pablo. Estos recursos, que vulgarizan la apariencia de la escena, son empleados con frecuencia por Caravaggio para revelar la presencia divina en lo cotidiano. Existen detalles que nos indican la trascendencia divina de lo que contemplamos, pese a los elementos groseros. Estos signos de divinidad son varios: el más aparente es el vacío creado en el centro de la composición, una ausencia que da a entender otro tipo de presencia, que sería la que ha derribado al joven. Por otro lado tenemos la luz irreal y masiva que ilumina de lleno a Saulo, pero no al criado. El caballo parece venirse encima del caído, que implora con los brazos abiertos. Los ojos del muchacho están cerrados, pero su rostro no expresa temor sino que parece estar absorto en el éxtasis. Siguiendo estas claves, Caravaggio nos desvela magistralmente la presencia de la divinidad en una escena que podría ser completamente cotidiana.

PINTURA BARROCA

Características de la pintura barroca:

-El triunfo del color sobre el dibujo. Son las manchas de color las que crean las formas.

-La preocupación por la luz. Se utiliza una técnica llamada el claroscuro que consiste en contrastar zonas oscuras con zonas iluminadas.

-El realismo. Se pretende representar las cosas tal y como son en la realidad.

-La búsqueda del movimiento mediante la asimetría, las líneas onduladas...


El iniciador de esta pintura fue Miguel Ángel Caravaggio.


CENA DE EMAÚS (CARAVAGGIO).


La escena de este óleo narra los primeros pasos de Cristo resucitado. Habiendo encontrado éste a dos de sus discípulos en el camino a Emaús, los hombres no reconocen a su maestro hasta el momento de la cena en una posada, en el momento de bendecir Jesús el pan y el vino reconocen el gesto de la Eucaristía y, por este hecho, a su Señor. Caravaggio ha utilizado una composición con Cristo en el centro, acompañado de un sirviente. Sin embargo, ha llenado la escena de cosas indicativas de la divinidad y el misterio desvelado de la resurrección. Uno de estos elementos fue el cesto de frutas que adorna la mesa. Cada fruta del cesto es una alusión simbólica: la manzana al pecado original, la granada a la pasión... Por otro lado, el resto de los manjares resume los elementos de la Eucaristía: el pan, el vino y la jarra de agua. Los gestos y las posiciones de los personajes también nos indican el verdadero significado de la escena: Cristo bendice el pan con el mismo gesto del Dios Creador del Juicio Final de Miguel Ángel. Pedro extiende sus brazos en el mismo gesto de un crucificado, como lo fue Cristo. Sólo los discípulos pueden reconocer el gesto de Cristo, por lo que el criado, ignorante de lo que está presenciando, no se ha descubierto la cabeza como haría si reconociera al Mesías. Un último detalle que revela la divinidad de Cristo oculta a los ojos humanos es la sombra que el criado proyecta sobre el fondo pero no sobre Jesús, quien parece iluminado por una luz interna.
CENA DE EMAÚS.

ESCULTURA BARROCA IV (LA FONTANA DI TREVI)





LA FONTANA DI TREVI.



La Fontana di Trevi es una fuente de grandes dimensiones. Esta fuente es barroca, construída entre 1732 y 1762 por Nicola Salvi. Dicha fuente se encuentra delante del Palazzo Poli. En el nicho central de la fuente, tras las rocas artificiales, nos encontramos con la poderosa figura del rey del mar (Neptuno) obra de Pietri Bracci. Ésta figura se encuentra sobre un carro en forma de concha tirado por caballos marinos y rodeado por conchas y tritones. En las hornacinas laterales tenemos las estatuas de la Abundancia (izquierda) y de la Salud (derecha) realizadas por Filippo Valle. Los relieves superiores representan a Agripa aprobando la construcción del Aqua Virgo.

ESCULTURA BARROCA III (EL RAPTO DE PROSERPINA)

EL RAPTO DE PROSERPINA.


El rapto de Proserpina es una escultura realizada por Gian Lorenzo Bernini entre los años 1621 y 1622.
Es una gran estatua de mármol. Representa a Proserpina siendo raptada por
Plutón, soberano de los infiernos.
La posición permite una observación del rapto con Plutón tratando de mantener a Proserpina sujeta; de la llegada al Hades; y de la petición de Proserpina a su madre de regresar a la Tierra.
Es notable la representación de los detalles: Proserpina empuja la cabeza de Plutón estirando su piel, y los dedos de este aprietan cruelmente la carne de Proserpina tratando de inmovilizarla.


EL RAPTO DE PROSERPINA.







ESCULTURA BARROCA II (LA FUENTE DE LOS CUATRO RÍOS)

LA FUENTE DE LOS CUATRO RÍOS.

La escultura de la Fuente de los Cuatro Ríos, se encuentra en la Piazza Navona de Roma (Italia) y fue ideada y tallada por el escultor y pintor Gian Lorenzo Bernini en 1651.
Las estatuas que componen la fuente son alegorías de los cuatro ríos principales de
La Tierra (Nilo, Ganges, Danubio, Río de la Plata), cada uno de ellos en uno de los continentes conocidos en la época.
Con esta obra, Bernini quiere suscitar admiración en quien la mira, creando un pequeño universo en movimiento a imitación del espacio de la realidad natural.
Bernini creía que le iban a conceder la creación de los edificios que están alrededor de la fuente y el proyecto de la fuente, pero su sorpresa fue que no le dieron el proyecto de los edificios y solo le concedieron el proyecto de la fuente. Esto enfadó tanto a Bernini que ninguna de sus figuras de la fuente miran a los edificios, con un gesto despectivo hacía los edificios que él no había construido.

miércoles, 26 de mayo de 2010

ESCULTURA BARROCA (ÉXTASIS DE SANTA TERESA)

En la escultura se representa movimiento, las líneas curvas y oblicuas que se utilizan para dar la impresión de equilibrio inestable.

Los ropajes adquieren gran importancia y también el naturalismo, con un carácter que pretende conmover.



ÉXTASIS DE SANTA TERESA.
Es la obra más conocida del escultor y pintor
Gian Lorenzo Bernini. Fue realizada entre 1647 y 1651, por encargo del cardenal Cornaro,(Roma).
Está considerada como una de las obras maestras de la escultura del alto barroco
romano.
La expresión de la Santa en pleno arrebato místico, constituye una de las más grandes realizaciones de todo el arte barroco.
Bernini, fiel al sentimiento barroco, ilustra un momento en el que la divinidad entra en un cuerpo mortal. la
transverberación se convierte en un punto de contacto entre la tierra y el cielo, entre la materia y el espíritu.
La unidad de arquitectura, teatro, y escultura que se encuentra en éste, es también un rasgo barroco, con el Espíritu Santo como un baño de luz o guiado por los rayos dorados que enmarcan la estatua y provienen de las ventanas en la parte superior de la capilla, lo que permite al cielo entrar en la iglesia.

En la idea de que estamos viendo un momento del tiempo en el que Dios ha entrado en el alma de una mujer, si no atravesado literalmente su cuerpo.Para añadirle dinamismo, Bernini ha trabajado la piedra en olas de tela, evocando el terremoto espiritual que rodea a Teresa, y profanando la inmaculada concepción del mármol. Un viento divino agita la ropa del ángel.
Éste sonríe casi travieso. La ropa de Teresa parece que la basta en su levitación. Un efecto luminoso hace que las imágenes parezcan suspendidas en el aire.




ÉXTASIS DE SANTA TERESA.